Menos es más

Nota de prensa - 18.06.2021

Menos es más

Menos es más: en Werhand, Neuwied, esto no es necesariamente así, en lo que respecta a la clientela, la empresa está muy bien situada. No obstante, el maestro de taller Jörg Hörter ha conseguido conseguir más con menos, dado que ha reducido drásticamente el número de herramientas utilizadas desde el lijado basto al pulido y, con ello, se ahorra tiempo y dinero.

Todo el que vaya a Werhand en Neuwied puede estar seguro de que es posible cumplir su deseo profesional. La empresa ofrece una amplia variedad de ofertas que abarca trabajos de techado y fontanería, planificación de sanitarios y baños, instalaciones eléctricas, construcción de sistemas de calefacción, sistemas de riego, así como productos y prestaciones en el sector de las energías alternativas y los trabajos clásicos de construcción de metal y cerrajería. El lema de la empresa «Estamos ahí para nuestros clientes, quizá algo más de lo normal en otro sitio», no promete demasiado aparentemente.

La empresa se funda en el año 1939 y actualmente está dirigida por la tercera generación como empresa familiar. 110 empleados, entre ellos, un ingeniero, 13 maestros, dos técnicos y 20 aprendices trabajan para la ejecución competente de muchos oficios realizados en la construcción.

Una amplia clientela demuestra la satisfacción con la empresa de Renania-Palatinado que, por un lado, se apoya en la gran oferta de servicios, pero fundamentalmente, en el esfuerzo por ahorrar costes y ser rentables.

«Aquí, a todos se nos exige encontrar la mejor solución para el cliente», afirma Jörg Hörter, jefe de taller en el área de la construcción de metal en esta empresa familiar. Entre los puntos fuertes de la oferta en su área se incluyen la fabricación de instalaciones de barandas, escaleras y balcones, algo que el resto de áreas de la empresa necesita para las obras. «Nuestro punto fuerte es la individualización», cuenta Hörter, y hace referencia a que todo se fabrica personalizadamente para el cliente, incluso también una única pieza. «En ese sentido, somos verdaderamente flexibles».

Además de constructores particulares, con frecuencia los clientes también son empresas artesanales o industriales, así como entidades municipales. Por otra parte, se utilizan especialmente, junto con el aluminio, materiales de acero y acero inoxidable.

La preparación y el repaso de cordones de soldadura, así como el mecanizado de superficies desde el lijado basto hasta el pulido, son los puntos fuertes del proceso en su taller: «Trabajamos mucho el desbaste y aquí nos hemos reorientado completamente hace unos cinco años. Simplemente, utilizábamos muchas herramientas distintas. Esto no solo complicaba el uso, sino también la adquisición y el almacenaje». Junto con los asesores regionales de PFERD se ha transformado este proceso, desde el uso de discos de desbaste y de láminas lijadoras hasta el sistema COMBICLICK de PFERD.

«Por aquel entonces, en el mecanizado empezábamos casi siempre con el disco de desbaste. Después retirábamos el disco de desbaste de la amoladora angular y fijábamos un disco de láminas lijadoras. Más tarde, quitábamos el disco de láminas lijadoras y fijábamos un pequeño plato de velcro. A continuación, seguían dos fases de trabajo más con discos de vellón de diferente grano», explica Jörg Hörter sobre cómo se desarrollaba antes un proceso de desbaste normal. «Hoy en día fijamos el plato portante COMBICLICK en la amoladora angular, colocamos un disco de lija de grano cerámico CO con un tamaño de grano 120 y, a continuación, e igualmente con el plato portante COMBICLICK fijado, el disco de desbaste POLIVLIES. Listo».

Así no solo podemos ahorrarnos numerosas herramientas, sino también tiempo, resume Hörter, ya que cada cambio de herramienta supone un gasto de tiempo: «Incluso si un cambio solo dura 20 segundos, en mi taller trabajan 15 personas de las que ocho lo hacen regularmente con la amoladora angular. A eso se suman rápidamente los tiempos para cambios durante el día, la semana, el mes y el año». Con PFERD se ha podido desarrollar este enorme potencial de productividad.

Nunca antes un cambio había sido tan fácil, admite el maestro de taller, que, además, es especialista en soldadura. «Los compañeros fueron escépticos al principio sobre si, por ejemplo, el disco de lija podía sustituir un disco de desbaste ». Después de las primeras pruebas pudieron trabar amistad rápidamente con la nueva solución, también porque el trabajo no solo se desarrolla más rápido, sino también más fácilmente. «Lo que gustó mucho a los compañeros fue que las herramientas COMBICLICK vibran muchísimo menos que los discos de desbaste. Muchos lo describieron como una característica muy cómoda », recuerda Jörg Hörter. «También que los discos no generaban tanto polvo al desbastar y se ensuciaban menos».

No obstante, las ventajas prácticas también facilitaron la transición: «Para fijar el abrasivo, COMBICLICK no tiene una tuerca de fijación central, sino un sistema de fijación rápida en la parte posterior. Esto hace posible un uso muy plano, de forma que no se me escapan estrías, cráteres ni ondulaciones en la pieza de trabajo». Adicionalmente, COMBICLICK trabaja en un estado muy frío, lo que evita la deformación y también protege la herramienta abrasiva del sobrecalentamiento, aclara Hörter. De esta forma, la herramienta también dura más.

«Cuando alguien me pregunta para qué son adecuadas las herramientas COMBICLICK, siempre contesto "Para todo", ya que el sistema abarca todos los trabajos, desde el lijado basto al pulido. Todo eso junto y el hecho de que los discos de desbaste realmente se centran en el trabajo, nos permite ahorrarnos material, pasos de mecanizado y tiempo. Y, además, con una muy buena calidad de mecanizado. En este sentido, menos es realmente más».

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